Visión estratégica

Liderazgo e innovación en un mundo incierto

Laura Edith Islas Yáñez y Adrián Palacios Ramírez / Directora general y reportero, Revista Siniestro

En el marco del magno encuentro Fides Pura Vida Costa Rica 2025, el expresidente de Colombia, Iván Duque Márquez, ofreció una conferencia magistral sobre geopolítica global, en la que compartió su visión estratégica acerca de los principales desafíos y transformaciones que están definiendo el futuro de la región y del mundo.

Durante su intervención, el experto presentó los diez enfoques que configuran las tendencias del panorama global actual:
Crisis del multilateralismo y auge del minilateralismo. El sistema basado en grandes acuerdos multilaterales pierde fuerza, dando paso a alianzas más pequeñas, flexibles y estratégicas entre países clave que buscan decisiones rápidas y enfocadas.

Interdependencia compleja entre China y Estados Unidos. No se trata de una nueva guerra fría, sino de una relación marcada por tensiones políticas y tecnológicas, aunque profundamente interdependiente desde el punto de vista económico y comercial. Cabe destacar que China ya se ha consolidado como principal socio comercial de gran parte de América Latina.

Auge del caudillismo y concentración del poder. El liderazgo personalista y centralizado en figuras individuales, como Bukele, Orbán, Lula o Petro, incrementa la volatilidad política, la incertidumbre regulatoria y los riesgos para la inversión.

Cambio climático y sostenibilidad como eje global. El cambio climático no solo transforma los modelos económicos y de riesgo, sino también desplaza la prioridad hacia la adaptación frente a la mitigación. Los fenómenos extremos se intensifican y, en este contexto, las inversiones ESG pierden impulso.

Desafíos demográficos y migratorios. Mientras algunas naciones enfrentan el envejecimiento poblacional, otras viven olas migratorias masivas. En 2024 se registraron más de 60 millones de migrantes climáticos, lo que presiona los sistemas laborales, de salud y de seguridad social.

Revolución tecnológica e inteligencia artificial (IA). La automatización y la IA reconfiguran los sectores productivos, reemplazan los empleos y elevan la demanda de energía y ciberseguridad, planteando un gran desafío de capacitación y reconversión laboral, sobre todo en Latinoamérica.

Transición y consolidación energética. La guerra en Ucrania y la alta demanda de electricidad han modificado el enfoque global, llevándolo de la transición verde hacia la seguridad energética mediante la combinación de fuentes renovables y fósiles para garantizar la estabilidad y soberanía del suministro.

Aumento del proteccionismo y el aislacionismo comercial. Crecen las políticas que priorizan la producción na- cional y restringen el comercio exterior. En América Latina, el comercio intrarregional cayó hasta llegar al 13.2 %, lo cual refleja una menor integración económica.

Deuda global como riesgo sistémico. El endeudamiento público y privado ha alcanzado niveles récord, por lo cual representa una amenaza para la estabilidad financiera mundial y limita la capacidad de respuesta ante crisis. Mundo VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo). La combinación de volatilidad política, incertidumbre económica, complejidad tecnológica y ambigüedad en la toma de decisiones define el entorno actual, el cual exige adaptabilidad, análisis estratégico y gestión integral de riesgos.

Teniendo en mente estos enfoques, el expresidente de Colombia subrayó que las industrias clave como la aseguradora deben prepararse para enfrentar un entorno cada vez más incierto y volátil, caracterizado por cambios rápidos en los contextos políticos, económicos y tecnológicos. También señaló que tanto la transición y consolidación energética como las tensiones geopolíticas globales exigen una revisión constante y detallada de las coberturas y los reaseguros, especialmente en sectores estratégicos como los de energía, salud y tecnología, donde los riesgos son más elevados y la exposición financiera puede ser significativa.

El conferencista señaló que la capacidad del sector para anticipar riesgos no depende solo de los modelos tradicionales de evaluación, sino también de la integración de análisis geopolíticos, climáticos y tecnológicos en la gestión de riesgos.