Act. Dolores Armenta / mdarmentag@gmail.com
Para una persona, la salud significa la posibilidad de adaptarse y desenvolverse de forma adecuada y armoniosa con su entorno; para el país, representa bienestar social, estabilidad financiera y un indicador de desarrollo, crecimiento y productividad.
De acuerdo con la OMS, la salud integral es el estado de bienestar físico, emocional y social de un individuo, que impulsa sus habilidades y le permite, entre otras cosas, tener una vida feliz, productiva, activa, satisfactoria y de mejor calidad.
Panorama de la salud
La mayoría de los países, incluyendo a México, cuenta con sistemas de salud fragmentados y deficientes. Esto genera saturación, acceso tardío a la atención médica, desabasto de medicamentos, poblaciones vulnerables sin servicio, mal manejo de recursos, duplicidad o incompatibilidad de funciones y gestión inadecuada. Además, existen múltiples factores de riesgo para la salud mexicana, entre los que destacan:
- Obesidad. Presente en el 70% de la población de nuestro país.
- Envejecimiento. Según el Conapo, el porcentaje de adultos mayores pasará del 11% actual al 21.5% en 2050.
- Enfermedades no transmisibles, como diabetes, cáncer y trastornos del corazón. De acuerdo con la OMS, son responsables de más del 70% de las muertes anuales en el mundo, porcentaje que sigue aumentando, y se relacionan con tabaquismo, falta de actividad física, consumo de alcohol, dietas poco saludables y contaminación del aire.
- Enfermedades mentales. La OMS considera que la depresión es la segunda causa de discapacidad en el mundo, y la primera en países en vías de desarrollo, como México. Las epidemias o pandemias incrementan el riesgo de problemas de salud mental, como depresión, evitación, confusión, frustración y enojo, por el aislamiento, la restricción de movilidad y contacto físico, la incertidumbre y el aburrimiento. Además, las enfermedades mentales favorecen el estigma, la xenofobia, la histeria colectiva y el pánico.
- Contaminación del aire. La OMS advierte que a diario 9 de cada 10 personas respiran aire contaminado, lo cual aumenta su riesgo de daños en pulmones, corazón y cerebro.
- Resistencia a medicamentos. Debido al uso excesivo de antibióticos, las personas se vuelven incapaces de luchar contra infecciones.
- Discapacidad. Según el Inegi, el 6% de la población mexicana, más de 7 millones de personas, sufre alguna limitación física o mental. El 41% de los casos se debe a una enfermedad y el 47% a la edad avanzada. La cantidad de afectados aumentará debido al envejecimiento de la población y el incremento de las enfermedades cronicodegenerativas.
El panorama actual y las proyecciones obligan a mejorar los sistemas de salud para que sean capaces de detectar, vigilar y responder a riesgos, problemas y emergencias sanitarias de forma oportuna, eficaz y eficiente.
