Vida & Retiro

Más que vender, hay que saber asesorar

Adriana Oropeza Flores / Directora editorial, Revista Siniestro

El título de esta nota alude a uno de los comentarios que Eduardo Cordero, promotor de SOC Líderes en Asesoría Financiera, realizó durante la entrevista que tuvimos con él. El siniestro que te relataremos es de gastos médicos y muestra la importancia de acompañar al cliente en el momento del siniestro, responder todas sus dudas y brindarle una buena asesoría.

Cierto día, Eduardo recibió la llamada de una asegurada que había sido diagnosticada de pólipos endometriales, debía someterse a una cirugía y quería saber si su póliza familiar de gastos médicos cubría el costo de la intervención. Por desgracia, el padecimiento se encontraba fuera del tiempo de espera, el cual es de dos años, pues la póliza apenas cumpliría dicho plazo; sin embargo, por fortuna, la intervención no era urgente, así que la asegurada esperó un par de meses, se preparó para la cirugía con los estudios correspondientes y agendó el tiempo de reposo necesario, pues su trabajo es muy demandante.

Aunque no existe una causa para los pólipos endometriales, es común que aparezcan durante la menopausia. La asegurada está justo en esta etapa de su vida, pues tiene 41 años. Su tratamiento incluía, además de la extirpación de la matriz, la administración de hormonas para acelerar la recuperación.

Eduardo nos cuenta que varios problemas retardaron la cirugía: en el hospital no había un módulo o una persona de la aseguradora que auxiliara a los usuarios con los trámites, se presentaron varios rechazos antes de conseguir la autorización y el cirujano que la asegurada había elegido por sus excelentes referencias ni pertenecía a la red de la compañía ni quería trabajar con una aseguradora. Aunque el proceso se complicó, los clientes tuvieron en todo momento el apoyo de su agente, quien se mantuvo en comunicación directa con ellos para resolver sus dudas y orientarlos sobre los trámites que debían realizar, e incluso recibieron la ayuda de Eduardo y su equipo, quienes intervinieron de forma directa para lograr que el médico aceptara y agilizar los trámites, incluyendo el llenado de los formatos. Finalmente, cuando la cirugía se llevó a cabo, todo resultó bien.

La asegurada pagó solo 28 mil pesos por concepto de deducible y coaseguro y 24 mil pesos por la diferencia de honorarios médicos del doctor que la operó. Esta cantidad no se compara con el monto que la aseguradora pagó, que fue de aproximadamente el doble.

Eduardo comenta que, cuando surgen los problemas o los rechazos, los agentes pueden entrar en pánico, pero deben tener paciencia; avanzar un paso a la vez; ser transparentes y sinceros con el asegurado, no darle falsas expectativas y acompañarlo en todo momento; capacitarse; estar al pendiente de la respuesta de la aseguradora, y acercarse a las personas capaces de ayudarlos a satisfacer la necesidad de su cliente. En este caso se cumplió el propósito del seguro, pues al final se cuidó el patrimonio de la usuaria y se brindó a esta tanto una atención personalizada como una buena experiencia.

Deja un comentario