En esta edición, continuamos con los casos de pymes, por lo que te compartimos el siniestro de una asegurada que recibió una llamada en la madrugada, pues su negocio se estaba incendiando. Ella se trasladó al lugar y reportó la situación al 911, por lo que acudieron los bomberos para apagar el fuego. Afortunadamente, la mujer tenía un seguro para pymes, que contaba con las coberturas tanto de incendio de edificio y de contenidos como de remoción de escombros.
Los ajustadores de este siniestro nos comentan que se trató de un local de materiales para la construcción y que las autoridades no acordonaron el lugar, ya que el fuego fue controlado y los vecinos no tuvieron afectaciones en sus domicilios, por lo cual no había ninguna restricción para ingresar al lugar u operar. Dentro del sitio se encontraron tres vehículos calcinados totalmente, mercancía afectada y un muy dañado techo de estructura ligera de acero con láminas de asbesto, del cual incluso se desplomó una sección en la parte de atrás del inmueble.
La asegurada, al momento del siniestro, no contaba con su póliza actual, sino solo con la anterior. Por eso, cuando reportó la situación, solicitó que se le enviara su póliza vigente, la cual ya estaba pagada.
Los peritos determinaron que el incendio fue ocasionado por fallas técnicas en los componentes del sistema de iluminación. Los cables conductores presentaron destrucción del aislante plástico y seccionamiento, por lo que estas líneas no estaban canalizadas y tampoco contenidas dentro de tuberías. Estas deficiencias ocasionaron la interacción de los cables con la techumbre; la fricción provocó el cortocircuito.
Los ajustadores nos comentan: “Al generarse el problema eléctrico, las partículas incandescentes (energía calorífica) se proyectaron sobre los artículos acumulados al nivel del piso de características combustibles, iniciándose así la flama que se incrementó por la presencia de botes con pintura, sprays y materiales varios, ya que en esta sección se realizaban actividades de reparación de vehículos de carga. El calor y el humo se concentraron en la techumbre, generando la fragmentación y caída de las láminas de asbesto, situación que favoreció el desfogue del incendio hacia el medioambiente, por lo que los daños no fueron tan relevantes en el tercio central de la mitad norte, donde tampoco se contaba con cantidades importantes de materiales combustibles”.
Los ajustadores también nos dijeron que en el lugar había varios circuitos energizados, a pesar de que el siniestro ocurrió casi a las cuatro de la mañana, por lo que recomiendan a las pymes que desenergicen desde un interruptor general los componentes y circuitos que no necesiten dejar operando en las instalaciones durante horas inhábiles. Siguiendo la sugerencia del ejecutivo de cuenta del banco, la asegurada pretendía presentar su reclamación por la cantidad total de la suma asegurada debido a la reducción de ingresos que le generó el siniestro, pues informó que las ventas bajaron porque se quedó sin las tres unidades calcinadas por el fuego, que no se encontraban a nombre de la empresa, y debido a ello ya no realizaba entregas a domicilio; sin embargo, su negocio no dejó de operar ningún día por el incendio. Sin más, la asegurada procedió a armar su reclamo y tanto la aseguradora como los ajustadores determinaron que el siniestro era procedente conforme a las condiciones generales de la póliza. Al final, los totales de las pérdidas indemnizables fueron $758,094.41 por el edificio, $116,261.17 por los contenidos y $260,000.00 por la remoción de escombros.
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