El desconocimiento de la cultura del ahorro y de la cultura financiera ha limitado nuestro entendimiento de los productos que nos permiten estar preparados para la jubilación.
Roxana Vélez Pérez / Coordinadora editorial, Revista Siniestro
Por ello, platicamos con la doctora Claudia Feria, presidenta de la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores (AMAC), sobre cómo podemos alcanzar un retiro digno. Esta líder con más de 30 años dedicados al diseño, evaluación e implementación de planes privados de pensiones para las empresas afirma: “Debemos pensar en cómo queremos vernos en la jubilación, en qué esperamos para ese futuro no tan lejano y en cómo queremos estar, para empezar desde hoy a planear”. Aunque la población mexicana está envejeciendo, la esperanza de vida ha aumentado. Nuestra entrevistada explica: “Por eso aún vemos a gente mayor trabajando. Hay quienes si no trabajan se mueren, pues les encanta seguir activos, pero no es lo mismo hacerlo por placer que por necesidad debido a una pensión inexistente o insuficiente para vivir”.
De acuerdo con Claudia, al escuchar la palabra pensión, la gente “piensa ‘me voy a llevar lo mismo que ganaba’”, lo cual no puede ser porque ya no es productiva. La experta advierte: “No hay ni empresa ni esquema en el mundo que soporte pagar por 40 años o más a quien se jubile a los 50, pensando en que puede llegar a los 90 años. Tampoco es posible que te paguen más jubilado que activo porque el sistema quebraría. Debes trabajar hasta cierta edad y pensar que, al jubilarte, te pagarán por cierto tiempo menos del 100 % de tu sueldo. La pensión universal se suma con la de la empresa y la de tu seguridad social”.
El 55 % de la población económicamente activa está en la informalidad y no tiene ni seguridad social ni acceso a un crédito para vivienda, así que solo recibirá la pensión de adultos mayores. Aquí debe intervenir la cultura previsional. Claudia en lista distintas opciones para prepararse para la jubilación: “Contratar un plan personal de retiro (PPR); aportar directamente a la afore; ahorrar por nuestra cuenta —la desventaja es que en cualquier momento podríamos usar el dinero para una emergencia—, y adquirir un seguro de vida con componente de ahorro”.
Al preguntarle en qué momento debemos empezar a preocuparnos por ahorrar para nuestro retiro, ella responde: “Al obtener el primer trabajo. Cuando somos jóvenes decimos ‘todavía me falta’, pero si, por ejemplo, empiezas a ahorrara los 25 años el 5% de tu sueldo, lograrás un buen ahorro. Mientras más pronto empieces, menos te costará juntar una cantidad razonable”.
Planear desde hoy tu futura jubilación implica no solo un bienestar financiero, sino también una mayor posibilidad de conservar una buena salud. Claudia indica: “Si no quieres depender del sistema de salud, piensa en ahorrar para tus gastos médicos mayores. Debes pensar durante cuánto tiempo podrás pagar un seguro de gastos médicos porque después de cierta edad se vuelve impagable”. Nuestra entrevistada comenta: “Si uno supiera cuánto tiempo vivirá, la situación sería diferente. Aunque la esperanza de vida promedio es de 76 años para el hombre y 78 para la mujer, esta puede extenderse hasta los 80 o 90. Debido a los avances médicos, la gente vive cada vez más, así que las presiones en las finanzas públicas son mayores porque se requieren más recursos para garantizar salud, alimentación y transporte a la población adulta mayor”.
Para tener el futuro que queremos, Claudia nos recomienda ahorrar, pensar en cómo aspiramos estar, revisar las opciones del mercado y acercarnos a un especialista que nos pueda orientar con profesionalismo sobre cómo y en qué invertir.
