Seguros

El dañino mito de que las aseguradoras no pagan

Carlos Sánchez es el director de la promotoría Carsa 25. A pesar de que nació hace 18 meses, esta empresa ya tiene oficinas en Oaxaca, Puebla y Veracruz. En todas sus sedes se busca, entre otras cosas, reclutar agentes sin experiencia en seguros, para capacitarlos, transmitirles una misma visión y llevarlos de la mano por la apasionante profesión de asesorar y proteger personas. En esta ocasión, te contamos la historia de una agente que ha comenzado su carrera en esta promotoría y que, aunque nunca antes había tenido un acercamiento al sector, se ha enamorado de él y ya cuenta con una sólida cartera de clientes.

El prospecto de nuestra protagonista era un señor con familia, que estaba pasando por una situación complicada, pues se estaba divorciando al momento de recibir la asesoría previa a la contratación. Carlos acompañó a la agente a las citas con este cliente, ya que ella tenía solo seis meses de experiencia y él acostumbra ayudar a su gente. El prospecto les comentó que, a pesar de la separación, no pretendía dejar desamparados ni a sus hijos ni a su exesposa, porque sabía y reconocía lo que ella hacía por ellos, ni quería que ninguno se viera obligado a abandonar su estilo de vida cuando él ya no estuviera.

Después de varias sesiones de asesoría, el señor decidió contratar un seguro de vida con una suma asegurada de 3 millones de pesos. La póliza se emitió el 28 de febrero de 2021. Casi seis semanas después, el 13 de abril, el señor enfermó gravemente, por lo que fue internado en el hospital y desgraciadamente falleció el 22 de ese mismo mes.

Debido a su corta experiencia y al poco tiempo de existencia de la póliza, la agente tenía muchas dudas y experimentaba tanto incertidumbre como tristeza. Ella ignoraba si el seguro pagaría, no sabía bien cómo proceder porque este era su primer siniestro y no entendía cómo había sucedido tal desgracia si poco tiempo antes había visto relativamente sano a su cliente; sin embargo, Carlos Sánchez, su promotor, la tranquilizó al recordarle que, como lo había visto en sus capacitaciones, el seguro sí pagaría a esta desconsolada familia.

Quienes formamos parte del sector asegurador hemos escuchado en repetidas ocasiones que las aseguradoras no pagan, pero sabemos que esta idea muchas veces nace de la mala experiencia de un usuario, la cual pudo deberse a una pésima o nula asesoría. En muchos otros casos, la promesa se cumple. Con respecto a la historia que te contamos hoy, solo fue necesario que la familia presentara unos papeles para que, un par de días después, la aseguradora entregara el total de la suma asegurada, de manera que la agente visitó a los beneficiarios para darles la noticia y todos confirmaron que las aseguradoras sí pagan.

Carlos nos cuenta que la indemnización correspondiente a este siniestro es la séptima que entrega en sus 22 años de carrera. Para él, no hay nada mejor que ver cómo las aseguradoras cumplen su compromiso con los agentes y cómo estos a su vez hacen lo mismo con sus asegurados, pues todos terminan satisfechos cuando se efectúa la promesa que un día se realizó.

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