Seguros

Dinero y valores en la póliza empresarial

El dinero es una pieza clave para la subsistencia y operación de un negocio, por lo que la posibilidad de un robo jamás dejará de ser motivo de preocupación para los empresarios.

La cobertura de dinero y valores de la póliza empresarial protege al negocio contra el robo de dinero en efectivo, vales de gasolina o despensa, pagarés y letras de cambio. Los cheques y los medios electrónicos de pago, como las tarjetas de débito y crédito, no son cubiertos, porque pueden ser cancelados a través del banco librador de estos. Tampoco los vales electrónicos de despensa o gasolina son pagados por esta protección, ya que también son cancelables.

Si dicha cobertura está reforzada por la de riesgos catastróficos, el dinero y los valores serán restituidos al empresario en caso de daños por incendio, terremoto y fenómenos hidrometeorológicos. De esta manera, la protección va más allá del robo, pues contempla la posibilidad de que un evento afecte el dinero y los valores al punto de que estos no puedan ser utilizados.

En cuanto al robo de dinero en las instalaciones de la empresa, como es inevitable que un negocio con venta al público cobre en efectivo, debemos solicitar al asegurado que nos informe, de acuerdo con su operación, a cuánto asciende la suma de dinero que acumula cada día con las ventas. Si tu cliente tiene un control adecuado de la caja de ingresos, podrá decirte de una manera precisa la suma asegurada que quiere instalar en la póliza empresarial, la cual deberá corresponder al valor máximo diario que desee amparar.

En cualquier caso, es muy importante que analices seis puntos que tienen en común las condiciones generales (CG) de casi todas las compañías:

  1. Resguardo. El dinero ingresado o la caja chica debe conservarse en un cajón con llave o una caja de seguridad con control de acceso. El responsable de la custodia tiene que resguardar el instrumento o medio necesario para acceder al dinero. Al aumentar los ingresos en el negocio, es necesario incrementar las medidas de seguridad. Como una forma de atenuar los riesgos, es probable que se determine un límite máximo por cajero o despachador, para que, al alcanzar esa suma, el colaborador deposite o entregue el monto, pues de esta forma, en caso de robo, la pérdida siempre será menor.
  2. Control de flujo o contabilidad. Al administrar un negocio, es importante saber qué se vende, cuál es su precio y cuánto dinero entra o sale. El registro de esta información es invaluable, pues constituye la única manera efectiva de realizar un arqueo de caja y conocer la cantidad robada o afectada por alguno de los riesgos amparados.
  3. Depósitos diarios. El asegurado debe realizarlos para mitigar los riesgos. Te recomendamos leer con mucha atención las CG de la póliza, ya que algunas aseguradoras establecen que el banco receptor debe encontrarse en el código postal del asegurado.
  4. Acumulación de dinero. Esta situación solo es tolerable cuando se atraviesa el fin de semana, los días festivos o una mezcla de ambos (puentes); sin embargo, se debe realizar el depósito correspondiente el primer día hábil bancario. En caso contrario, la acumulación se considerará un argumento válido para declinar el pago indemnizatorio de cualquier siniestro ocurrido mientras el negocio no cumplía con la obligación de realizar los depósitos diarios.
  5. Traslado de dinero. Con respecto a este punto, también te recomendamos leer con mucha atención las CG de la póliza, ya que existen varios escenarios y factores a considerar. El traslado tiene que realizarse en vehículo particular sin rótulos; no en servicio público, como taxi o camión, ni en plataforma ni mucho menos a pie. Algunas CG establecen que, a partir de cierta cantidad, el dinero debe ser trasladado por al menos dos personas, en un vehículo particular sin rótulos. Cuando el monto es muy alto, se tiene que emplear el servicio de recolección o traslado de valores y declararlo a la compañía aseguradora.
  6. Dinero en tránsito. Si una empresa por su giro comercial entrega mercancía y cobra en efectivo fuera de sus instalaciones, a través de vendedores o líneas de distribución de productos, debe instalar la cobertura de dinero en tránsito y declarar de manera muy específica la operación a la aseguradora.

Te garantizamos que, si dominas estos seis puntos y explicas sus alcances a tu cliente, los siniestros procedentes serán mayores.

Si te preguntas qué sucede con los medios electrónicos de pago, como las tarjetas bancarias, las terminales de punto de venta y las transferencias, que han reducido mucho la exposición al riesgo de robo de efectivo, ya que eliminan la necesidad de llevar grandes cantidades de dinero en el bolsillo, debes saber que enfrentan sus propias amenazas, las cibernéticas, de las que hablaremos en otra ocasión.

Deja un comentario